Un ejemplo de antítesis escogido al azar sería “él es blanco como el día y ella, negra como la noche”. O “él es más malo que un dolor y ella más buena que un sol”. Podríamos poner infinitos más. Sin duda has reparado más de una vez en esta clase oposiciones. Como tantas otras figuras retóricas son una propiedad natural del lenguaje verbal. Y como tales, se hallan diseminadas, consciente o inconscientemente, en todo tipo de producción hablada o escrita.
En el presente artículo vamos a explicarte, en términos científicos, qué son las antítesis y cómo puedes valerte de ellas. De cara a la escritura creativa, suelen considerarse un recurso estilístico. Valdrán para enriquecer las caracterizaciones de tu texto literario de distintas maneras. Pueden poseer tanto un valor meramente explicativo, como un valor estético. Eso depende ya de ti.
Definición de antítesis
La antítesis es una figura literaria. O, en términos técnicos, una figura retórica. Consiste básicamente en contraponer dos ideas. No importa que se resuman en una frase, en una palabra o en un verso. Como figura retórica, podría identificarse también en muchos tipos de discurso. Por ejemplo en un discurso cinematográfico. Piensa en términos cromáticos. Un plano con una iluminación azulada puede contraponerse a uno con una iluminación roja. Eso sería una antítesis a nivel formal. También podría darse a nivel de contenido. Dos escenas donde suceden situaciones antagónicas.
Ahora bien, esta definición de antítesis no se debe confundir con la del campo de la filosofía. Según la lógica hegeliana, la antítesis es la negación de una tesis. Este choque produce la síntesis o conjunción de ambos opuestos en uno. Esta definición de antítesis no tiene, en principio, nada que ver con la que empleamos aquí.
Cómo aplicarla a la escritura creativa
Como figura literaria, la antítesis puede aplicarse a todos los niveles de la escritura creativa. Lo habitual es que se localice al nivel de la frase. Pero no tiene por qué. Imaginemos que en una narración contraponemos dos monólogos. Uno de ellos es de un personaje claramente maligno, y el otro, claramente benigno. Ahí ya tendríamos condensada una antítesis. Imaginemos ahora que el primero se expresa en términos vulgares, y el segundo, en términos cultos. Eso sería otra.
Como elemento de escritura creativa, sirve para crear contrastes. Y, en resumidas cuentas, para dejarle las cosas claras al lector. Desde este punto de vista, puede comprender una función incluso estructural. Pensemos por ejemplo en el análisis estructural de los cuentos folklóricos que hace Vlamidir Propp. Al distinguir entre protagonista y antagonista, está planteando una antítesis.
Diferencia entre antítesis y paradoja
Por último, debes tener la clara la diferencia entre antítesis y paradoja. La paradoja es otra figura retórica. Consiste en una afirmación que conlleva una contradicción implícita. Por ejemplo “prohibido prohibir” o “sólo sé que no sé nada”. La paradoja encierra una sola idea. La antítesis, por el contrario, contrapone dos.
En futuros artículos continuaremos ahondando en las diferencias entre antítesis y paradoja