Qué es una novela
Antes que nada, la novela es un género literario. Sus inicios son difusos. La novela moderna se inicia con El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, de Cervantes.
No obstante, tiene importantes precedentes. Los orígenes de la novela se tienden hasta la novela griega, con obras como Dafnis y Cloe, de Longo de Lesbos. Entre un punto y otro, destacan las novelas en verso medievales. Su influencia es la base de la obra de Cervantes.
El siguiente punto crucial en la historia de la novela es el Siglo XIX. Surge la novela realista. Debido a los avances tecnológicos del momento, conoce un auge de popularidad nunca visto. Se beneficia tanto de la invención de los tipos móviles de imprenta, como de los periódicos. Surgen las novelas por entregas, los antecedentes más primarios de lo que hoy se conoce por series de televisión.
Por último, en el Siglo XX se produce la Edad de Oro de la novela. Los autores del momento llevan este género a sus máximas cotas de complejidad. Es lo que se conoce como autores modernitas. Faulkner, Joyce, Proust, Musil, Broch, etcétera.
La novela es el género de géneros
Podemos concluir que su característica más propia es la mutabilidad. Es decir, la de ser una forma abierta. La de poder incorporar lo que se le antoje. Luego podemos añadir que, en comparación con otros géneros literarios, es el de mayor extensión. De las 200 páginas en adelante.
Quizá pienses que otra de las características de la novela es relatar hechos ficticios. Pero no. Existen novelas de no-ficción, novelas periodísticas, novelas autobiográficas… En este caso, lo que designa esos textos literarios como novela son sus elementos distintivos. La estructura, los tipos de personajes, los tipos de narrador, los diálogos… Y el propósito final del escritor, claro.
Cuáles son los tipos de novela
Lo más elemental para designar tipos de novela es recurrir a los subgéneros literarios. Los más conocidos son el de aventuras, el de misterio, el negro, el de terror, el de fantasía, el de ciencia ficción… Es muy importante que los tengas en cuenta en tu ejercicio de escritura creativa.
Cada subgénero tiene unas guías que debes seguir. Por supuesto, puedes escribir tu novela sin atenerte a ninguno en particular. Pero aunque sea involuntariamente te aproximarás a ciertos tipos de novela. Por eso, es mejor que tengas claro a cuál te quieres aproximar y aprovecharte de ello. Te ayudará a saber qué aporta tu libro.
Para informarte de las guías de cada género en particular, recurre a nuestros otros posts. De momento, te daremos un ejemplo. Supongamos que quieres escribir una novela de fantasía. Más concretamente, de fantasía épica. Las guías del género serían el worldbuilding, la gesta heroica, los elementos fantásticos… A su vez, dentro de este subgénero, puedes optar por distintos caminos. Los más habituales son low fantasy o high fantasy. Depende del grado de fantasía que incluya.
Antes de escribir una novela, debes conocer en profundidad el subgénero que quieres tratar. Y, a partir de ahí, pensar en darle una vuelta de tuerca.
Otra clasificación: tipos de novela según su forma
Los géneros literarios definen tipos de novela según sus contenidos. Pero también se pueden determinar tipos de novela según su forma. Es decir, según el modo en que hayan sido escritas. Desde este punto de vista, podemos distinguir entre novelas realistas, modernistas, en verso, posmodernas… Generalmente, estos tipos de novela están vinculados con la historia de la literatura.
Por novela realista se entiende una novela canónica, que retrata la realidad tal como es y cuenta una historia lineal. Así era como se hacía en el S. XIX. Por novela modernista, una novela que, por momentos, puede rozar la experimentación. Que juega, deforma y explota las potencialidades de la novela en distintos aspectos. En el S. XX, lo llevaron a cabo autores como Woolf, Musil o Broch.
Hay otros tipos de novela. Por ejemplo, los que se adscriben a una corriente artística determinada. Una novela surrealista, una novela de realismo mágico y demás. Sobre estos tipos de novela también encontrarás en nuestra web
Tipos de novela
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Características destacadas de la novela
Como ya hemos dicho, no es sencillo señalar características de la novela. Las que comentaremos a continuación las comparten otros géneros narrativos. Se puede decir, no obstante, que en la novel alcanzan su mayor grado de complejidad. Hablamos de los tipos de narrador, los tipos de personaje y los diálogos. A nuestro modo de ver, estas son las tres características de la novela básicas.
Las comparte también el cuento y podría compartirlas incluso un poema. La Odisea o La Ilíada, por ejemplo. Sobre las diferencias de estos elementos en un género u otro, encontrarás información en esta web. En los posts sobre cuento y sobre subgéneros.
Por si te interesa profundizar exclusivamente en la novela, te los remarcamos a continuación.
Tipos de narrador
El elemento más básico e importante son los tipos de narrador. Distinguimos entre dos tipos de narrador principales. El narrador omnisciente y el narrador limitado. El omnisciente es como un Dios; sabe todo lo que sucede en el mundo de la historia.
El narrador limitado, es el que narrar desde una primera o segunda persona. Es decir, el que está limitado a su propia experiencia. Lo que narra no es externo a él. No conoce la totalidad de los hechos.
Sin embargo, los tipos de narrador, también se pueden combinar. No sería lo más habitual y deberías hallar una justificación para hacerlo. Pero en este sentido no hay límites.
Tipos de narrador
Tipos de personaje
Los tipos de personaje se refieren a las funciones que un personaje cumple en la historia. Es decir, uno, el protagonista, es el héroe. Otro, el antagonista, el villano. Un tercero, el ayudante del héroe. Ahora bien, por tipos de personaje puede entenderse algo mucho más amplio.
Los tipos de personaje son también tipos humanos. Podemos hablar de un personaje de moral dudosa. De un personaje estúpido. De un personaje atractivo. Y también podemos hablar de tipos de personaje vinculados a subgéneros. El ejemplo más obvio sería el del detective o el policía de la novela negra. No hay, como ves, una sola definición de tipos de personaje.
Tipos de personajes
Escoge el el punto de vista
Este paso es la continuación natural de los tipos de narrador. Y está vinculado a los tipos de personaje. Si tú decides emplear un narrador en primera persona, debes hacerlo único. Tienes que tener claro que no va a narrar un hecho igual que otro narrador. En primer lugar, porque ese hecho lo narra desde su propia experiencia. En segundo lugar, porque forma parte de un conjunto de tipos de personaje.
Los ejemplos más complejos de puntos de vista se dan en las novelas que los entrecruzan. Es decir, novelas que incluyen varios tipos de narrador limitados. O, por el contrario, un narrador omnisciente que se amolda a las limitaciones de varios tipos de personaje. Este cruce de puntos de vista puede ser una fuente extraordinaria de conflictos.
Ejemplos de novelas con enfoques particulares
Te citamos dos ejemplos. Canción de Hielo y Fuego, de George R.R Martin, y Mientras agonizo, de William Faulkner. Por otra parte, ambos son complicadas muestras de escritura creativa. Si te estás preguntando cómo escribir una novela, que sepas que tratar de imitarlos es aventurado.
En Canción de Hielo y Fuego, un narrador omnisciente sigue a cientos de tipos de personaje. Y cada uno tiene su propio punto de vista. De ahí que cada capítulo de la saga esté titulado con el nombre de uno de ellos.
Ahora recuerda la inmensa cantidad de páginas de las que consta esta obra. Cómo escribir una novela así, implica muchas horas de trabajo previo. De ideación, de guionización, de estructuración… Se trata de un ejercicio de escritura creativa donde todo está perfectamente trenzado.
En Mientras agonizo, se narra un mismo acontecimiento a través de decenas de narradores. Cada uno tiene su propio monólogo. El grado de detalle llega a tal punto, que todos se expresan de forma muy distinta.
Al contrario que Canción de Hielo y Fuego, esta obra tiene apenas doscientas páginas. Si finalmente te decides por sumergirte en el cruce de puntos de vista, toma ésta como ejemplo. Ya sé que antes te recomendamos precaución. Pero hacer esto es realmente divertido.
Diálogos
Los diálogos no son estrictamente necesarios para escribir una novela. Pero sí muy útiles. Imprimen velocidad y dinamismo a las escenas. Dan sensación de inmediatez. Y si están bien llevados, los diálogos pueden emplearse para sacar a la luz distintos conflictos.
Hoy día, además, tienen una importancia crucial. Ya no son un elemento accesorio. La inclusión de diálogos sugerentes es una propiedad casi irrenunciable para escribir una novela comercial. Y abundan muchísimo en prácticamente cualquier subgénero.
Cómo dominar los diálogos
Debes tener muy en cuenta los diálogos. Es cierto que una novela puede prescindir de ellos o relegarlos a un plano secundario. Pero hoy día, sobre todo en la novela comercial, son muy apreciados. En Canción de Hielo y Fuego, por ejemplo, tienen un papel crucial. Es un modo de imprimirle velocidad e inmediatez al texto. Y al mismo tiempo, un mecanismo para sacar a la luz los conflictos que surgen entre los tipos de personaje.
Probablemente, los diálogos te ayuden a plantearte cómo escribir una novela. Le dan cuerpo a las escenas y sirven para incluir detalles relativos al mundo de la historia. Volvemos a poner como ejemplo Canción de Hielo y fuego. En la primera parte, lo que sabemos sobre la historia de poniente y las casas reales, se lo debemos a los diálogos.
Dentro de la escritura creativa, quizá sean el recurso más fácil de emplear. Pero, al mismo tiempo, es el más explícito a la hora de cruzar puntos de vista.
Permite que te hagamos ahora una sugerencia práctica sobre cómo escribir una novela. Podrías, por ejemplo, escribir primero todos los diálogos, y anotar unas cuantas pinceladas contextuales. Luego, sobre ese borrador, darle volumen y cuerpo a la historia. Es un modo de avanzar rápido. Y, sobre todo, de forma sistemática. Cuando tengas ese primer borrador escrito, será todo mucho más fácil.
Cómo dividir los capítulos
Con la división de capítulos sucede lo mismo. Pero, en este caso, debemos decidir cómo titular cada capítulo. Podemos hacerlo con un número, con un nombre de personaje, con una frase breve… La decisión no es menor. Ayuda a acentuar lo que quieres hacer. Por ejemplo, titular capítulos como Cantos I, II, III, etcétera, te vincula a las narraciones clásicas. La Odisea o el Cantar de Mío Cid se estructuraban de ese modo.
Por último, la división por capítulos es lo que fragmenta la historia. Esto es lo más importante de la estructura externa de la novela. A la vez que creas la historia, asegúrate de segmentarla en capítulos. Y, si se da el caso de que no los tiene, de que hiciste un único párrafo, hazlo para ti mismo.