Muy empleados en el trabajo de escritor, y muchas veces de forma incorrecta, los puntos suspensivos normalmente se utilizan para dejar una idea incompleta o en suspenso. No obstante, este no es su única utilidad en la escritura creativa.
Si deseas ser un escritor de ficción de seguro lo vas a utilizar con bastante frecuencia, pues este carismático signo de puntuación contribuye mucho a crear una atmósfera literaria creíble y emotiva para el lector. Repasemos entonces cuándo y cómo utilizarlo correctamente.
Usos de los puntos suspensivos
Crear pausas transitorias
Estas expresan titubeo, dudas, temores o vacilación en un personaje:
—No sé lo que vi… Ni siquiera estoy seguro que vi algo… Dame un segundo para recordar.
Dejar frases incompletas
Puede ser porque ya se conozca la idea o por cualquier otro motivo, los puntos suspensivos pueden utilizarse para dejar frases en vilo:
—Ya sabes: el que mucho abarca…
—Cuando entré en el cuarto y vi a la señora en el suelo… Lo siento, no puedo continuar.
Establecer una enumeración incompleta
Los puntos suspensivos pueden utilizarse en sustitución del etcétera (que significa en latín “y lo demás”). Son muy útiles en los diálogos, porque normalmente no usamos etcétera cuando hablamos.
—Vienen con espadas, picas, hachas, clavas, lanzas…
Para suprimir partes del texto
Se emplea a menudo para acortar citas, colocándolos entre paréntesis (…) o corchetes […]:
Por tal razón, se consideran peces de agua dulce que en el acuario […] debido a su alta resistencia.
Si vamos a eliminar el comienzo de la cita, no lleva otro signo:
…de cuyo nombre no quiero acordarme.
Para enmascarar palabras altisonantes
En estos casos, se pone la primera letra de la palabra y se censuran las demás con puntos suspensivos.
—¡Grandísimo hijo de la gran p…!
Para acortar títulos largos
Si ya hablamos del título de la obra y para no repetirla, se utilizan los puntos suspensivos.
El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha se considera la obra cumbre de la lengua española. Escrita por Miguel de Cervantes, El ingenioso… narra la historia de un hidalgo enloquecido por las novelas de caballería.
Para hacer pausas dramáticas
Incorporan expresividad y suspense sin interrumpir un parlamento. Un ejemplo archiconocido es el famoso “Ser… o no ser… Esa es la cuestión”.
Cómo usar los puntos suspensivos
Esto es harina de otro costal, y causa de muchas discusiones con los editores, por lo que ha de revisarse cuidadosamente que los empleas bien si quieres publicar un libro intachable. Sigue estas reglas:
- Se deja espacio luego de los puntos suspensivos: “Quiero… que me escuches… con mucha atención”.
- Cuando separan dos enunciados independientes, la segunda frase comienza con mayúscula: “Si no llueve… Es preferible no pensar en ello”.
- Si interrumpen el enunciado por la mitad, iría en minúsculas: “Si no llueve…tendremos que crear una distracción”.
- Los puntos suspensivos funcionan como punto final, excepto si la oración termina con una abreviatura. Si es así, se ponen 4 puntos: “Usa por favor abreviaturas como etc., pág., AD….
- Después de los puntos suspensivos pueden venir otros signos, sin dejar espacio: “Cuando aviste la caballería, la infantería, los cañones…, te alerto”.
- Cuando la idea no está completa, los puntos suspensivos se colocan antes de la exclamación o interrogación: “¿Esperas que yo…? Déjalo, lo haré si me lo pides”. Pero si indican una pausa después de una idea completa, van detrás: “¿Esperas que lo haga?…Creo que estás loco”.
Usar los puntos suspensivos con cuidado y con las pautas para escribir correctas denota profesionalidad y limpieza.