La elipsis es un recurso fundamental dentro de la escritura creativa que consiste en la supresión de una o más palabras en el discurso.
Vamos a repasar paso a paso cómo funciona a nivel gramatical y literario. Con ejemplos prácticos para que puedas aplicarla tú también.
Qué es la elipsis
La elipsis, a grandes rasgos, puede definirse como “una supresión”. Algo que se suprime dentro de una serie o suma de elementos. Ya sea para evitar repeticiones absurdas o para agilizar un proceso de lectura o de comprensión.
Podemos localizar un primer nivel de la elipsis en relación con la lingüística. Según explica Wikipedia, consiste en “suprimir algún elemento del discurso”. Pero “sin contradecir las reglas gramaticales”.
- Un ejemplo: “Las cabras pastaban en el monte. Tenían hambre y sed”. En la segunda frase, “tenían hambre y sed”, se omite el sujeto, las cabras. Porque éste se deriva o deduce de la frase anterior. Así se evita repetir una suma de palabras innecesarias.
A este nivel, la elipsis no tiene que ver con la escritura creativa, sino con el habla cotidiana. No obstante, puedes tenerla presente a la hora de corregir un texto estilísticamente. Así aprenderás a barrer todo aquello que no sea gramaticalmente esencial.
Del mismo modo, también puedes hacer lo contrario. Repetir muchas palabras o construcciones innecesarias es un modo de caracterizar un discurso. Puede servir para darle vida ciertos tipos de personajes o tipos de narradores. Eso ya depende de ti.
Diferentes tipos de elipsis: retórica, del discurso, literaria
Por otra parte, en relación a la escritura creativa podemos distinguir tres tipos de elipsis:
Como recurso estilístico, aquí un ejemplo muy concreto. “El señor cogió la chaqueta y la señora, el estuche”. La coma interpuesta entre señora y estuche substituye a la repetición del verbo “coger”. En un primer momento, no se distingue de la elipsis lingüística. Ahora bien, si elaboramos un texto poético, la elipsis puede ayudarnos en gran medida a cuadrar las sílabas de un verso.
Y en un texto en prosa, como decíamos antes, a pulir las aristas de un discurso. El de los tipos de narrador o los diálogos de los tipos de personaje.
La elipsis en la estructura de una novela
Efectivamente, en la escritura de una novela lo más interesante es emplear la elipsis a nivel estructural. El mecanismo es el mismo. En una secuencia de hechos, omites una parte de los mismos y luego, la explotas narrativamente. Es decir, conviertes la omisión en un misterio.
Aunque el uso más recurrente es el de agilizar una trama. No tienes por qué relatar todo lo que sucede en un determinado arco temporal. Hay hechos prescindibles que no aportan nada. En tal caso, simplemente los omites y pasas al suceso siguiente.
El ejemplo más clásico de esto es cuando narras una escena cotidiana. Por ejemplo, imagina que un personaje está en una habitación y suena un teléfono. Da igual qué tipos de novela o qué tipos de narrador utilices. No tienes por qué detallar que el personaje se levanta, descuelga el teléfono y dice hola.
Basta con que digas: “suena el teléfono” y que a continuación incluyas una línea de diálogo.
Como ves, la elipsis es ideal para pulir distintos aspectos compositivos de la escritura creativa. Quédate principalmente con que se trata de una figura retórica o figura literaria. Y que la puedes emplear a nivel estilístico o a nivel estructural, del relato. En esencia, la elipsis literaria nos sirve para:
Ejemplos de elipsis en la literatura
Santuario, de William Faulkner
El ejemplo más efectivo y brutal de elipsis que conocemos es el de Santuario. La famosa novela de William Faulkner. Faulkner se propuso escribir una novela escandalosa y horrible. Y para ello explotó al máximo la técnica de la elipsis.
En el centro de la novela hay una violación. Pero se narra de forma elíptica. Es decir, de tal forma que no sabemos muy bien lo que ocurrió. Y ese vacío queda en el centro de la novela. Y según pasamos las páginas conocemos qué pasó y qué no.
Al faro, de Virginia Woolf
En esta novela clásica ya de Virginia Woolf la elipsis ocurre entre la primera y la segunda parte del libro y muchas veces pasa desapercibida. La primera parte se ambienta antes de la Primera Guerra Mundial. La segunda después.
Es decir, en el vacío entre la primera y la segunda parte se produce la elipsis del período de la Guerra Mundial. Con ello se crea un efecto curioso de vacío y magnetismo: tanto la primera como la segunda parte gravitan en torno a ese hecho clave silenciado.
Ejercicios para dominar la elipsis
Para aplicar la elipsis a la escritura creativa puedes emplear los siguientes métodos. Primero, redactar a bote pronto un texto cualquiera. Y seguidamente, suprimir todo aquello que no sea fundamental para su intelección.
Después, a nivel más complejo, piensa en “huecos”. Es decir, piensa en aquello sobre lo cual quieres hacer que gire la trama. Sobre el misterio que, poco a poco, se habrá de deslindar. Y esto puede ser, desde un crimen, hasta un hecho pasado en la vida de un personaje. Puede ser algo mínimo que cobre importancia en un capítulo, o algo mayúsculo, que rija el devenir de toda la trama.
Una vez que domines la elipsis, sin duda estarás entrenado para acometer textos narrativos de gran formato. Debes combinarlo con las distintas partes en las que se estructura una trama. Para ello, recurre a nuestros posts sobre guion o cine. En breves hablaremos más de temas como la regla de los tres actos.