Hoy os traemos un completo tutorial acerca del tema de la intertextualidad. Vamos a repasar aquí los diferentes tipos de intertextualidad que existen. Un tema bastante delicado, debido a que sus fronteras no son claras.
Pero, antes de entrar en materia, definamos la cuestión claramente:
¿Qué es la intertextualidad?
Muy sencillo. La intertextualidad ocurre cada vez que, al escribir un texto, añadimos pedazos de textos de otros. Este añadido puede ser en forma de cita, puede ser una referencia oculta o puede ser directamente un plagio. En los tres casos se da el fenómeno de la intertextualidad.
Lo pueden utilizar todos los tipos de narrador conocidos. A continuación repasaremos los principales tipos de intertexualidad sin entrar en valoraciones morales. Se trata de una técnica muy utilizada desde las vanguardias (años 20 del siglo XX), y cada vez más vigente.
Tipos de intertextualidad común y visible: la cita
La cita es uno de los tipos de intertextualidad más utilizados. De hecho, es muy posible que nosotros mismos lo usemos cada dos por tres. ¿Quién no ha citado alguna vez a otro con un entrecomillado?
En la cita siempre realizamos una mención de un pedazo de texto de otro autor y, además, lo señalamos. Es decir, entrecomillamos la cita y señalamos en el texto explícitamente su autoría. Este recurso, claro, es muy usado en el mundo académico y en la escritura de ensayos. Pero en la narrativa también aparece en autores como, por ejemplo, Enrique Vila-Matas. De hecho, Vila-Matas utiliza citas de autores famosos que, en verdad, él mismo se inventa. Con lo cual: doble juego.
La alusión, tipo de intertextualidad sutil
La alusión es un tipo de cita, pero mucho más vaga. Es, junto con la cita, un tipo de intertextualidad muy común y utilizado. De hecho, al ser a veces inconsciente, podemos decir que es el tipo más usado. Cada vez que mencionamos un texto sin mencionar explicitamente su autor, hacemos una alusión. O cada vez que mencionamos alguna obra de manera parcial.
La vida es como si me golpearan con ella… ese verso de Tabaquería resuena en mi cabeza
Aquí estamos haciendo una alusión a una obra de Pessoa, sin decir explícitamente que es de Pessoa. Sólo citamos el título del poema tras citar el verso. De los tipos de intertextualidad, es uno de los más fáciles de usar.
El plagio: lo más delicado
Por último, nos queda el tema más delicado: el plagio. Cuando alguien plagia lo que ocurre es que, literalmente, copia un fragmento de la obra de otro. Puede ser una frase, un párrafo, lo que sea. En efecto, existe un tipo de arte llamado apropiacionista que se basa en usar materiales plagiados.
Podemos decir, pues, que el plagio está mal visto por la ley. Hay casos escandalosos de plagio en el mundo del libro, como es el caso de Ana Rosa Quintana y sus memorias, o del propio Camilo José Cela. Sin embargo, muchos artistas consideran el plagio como un vehículo expresivo en diferentes grados. Por decirlo así, “hay maneras de plagiar” aceptadas.
Pero, si estás empezando en esto de la escritura creativa. Si todavía estás pensando en qué tipo de narrador usarás o qué estilo tendrás…. mejor no plagies. Busca en tu interior la mejor historia. Jugar con el plagio es jugar con fuego. Recuerda las palabras del gran poeta Eliot: “Los poetas inmaduras imitan, los poetas maduros roban. Pero roban bien”.
Y aquí estamos, jeje, en Escribien.com.