Palabras homófonas | Guía con + ejemplos
Cuando a veces escuchamos palabras que en un inicio nos parecen la misma, enseguida pensamos que están relacionadas o en algunos casos tendemos a confundir e intercambiar sus significados. Así son las palabras homófonas. Palabras que suenan igual pero que tienen diferente significado.
Ejemplos de palabras homófonas
Vamos a repasar un surtido de ejemplos con casos útiles y habituales. Y, debajo, la teoría, para que entiendas cómo funciona.
Palabras homófonas | significado |
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Habría / Abría | En el primer caso, estamos ante la conjugación del verbo “haber”. La chica habría dicho la verdad si no la hubieran presionado. En el segundo caso, estamos ante la conjugación del verbo "abrir". |
Hecho / Echo | Primer caso: conjugación del verbo “hacer”. Ha hecho lo que le ordenaron. Segundo caso: del verbo "echar". Te echo de menos. |
Ojear / Hojear | Primer caso: Mirar superficialmente algo o echar miradas hacia algo. Le eché una ojeada al coche para ver si estaba todo bien. Segundo caso: Pasar las páginas de un libro con atención. El chico hojeaba la novela inmerso en ella. |
Hola / ola | En el primer caso se trata del típico saludo. En el segundo caso nos encontramos ante las olas del mar o de agua. |
Revelar / Rebelar | Primer caso: cuando se trata de descubrir un secreto oculto. Por fin nos reveló la verdad. Segundo caso: cuando se trata de iniciar una revolución. Los mineros tuvieron que rebelarse ante las pésimas condiciones. |
Vienes / Bienes | Primer caso: conjugación del verbo "venir". ¿Te vienes esta noche a tomar una copa? Segundo caso: sustantivo para referirse a posesiones materiales. Hicimos un recuento de sus bienes. |
Savia / sabia | En el primer caso se refiere a la pulpa que desprenden las plantas. La savia se desprendía de la rama rota. En el segundo caso, estamos ante un adjetivo femenino que designa a una persona de conocimiento. Ella era sabia porque sabía solucionarlo todo. |
Vaya / Valla | Primer caso: Tercera persona del singular del presente de subjuntivo del verbo ir. Está bien que él vaya a la escuela. Segundo caso: barrera utilizada para delimitar un perímetro. La valla de contención es segura. |
Rayar / Rallar | En el primer caso: hacer tiras de algo. Por ejemplo, cuando se tacha un texto. En el segundo caso: desmenuzar con el rallador. Por ejemplo, rallar el queso. |
Deshojar / desojar | En el primer caso nos referimos a quitarle hojas a una planta. El chico deshojaba la margarita. En el segundo nos referimos a quebrar o romper el ojo de un instrumento. O bien a un esfuerzo hecho con la vista para ver algo. |
Bidente / vidente | Primer caso: se dice de una persona que tan sólo tiene dos dientes (jajaja). Segundo caso: se dice de quien ve el futuro o tiene el poder de precognición |
Agito / ajito | En el primer caso, nos referimos a la primera persona singular del presente de agitar. Agito la coctelera con rumba. En el segundo, diminutivo del sustantivo ajo. |
Y entonces, ¿cómo las reconozco?
Según la Real Academia de la Lengua Española en una de sus definiciones de homófonos señala el concepto de “palabras que se pronuncian igual, pero se escriben de forma diferente y tienen distinto significado”:
Las palabras homófonas pueden ser también en algunos casos homógrafas. (Es decir que se escriben igual, o sea dos palabras de diferente significado que coinciden a la hora de su escritura, por ejemplo “traje” de verbo y “traje” de sustantivo). Y en otros heterógrafas (en este caso que se escriben diferentes como “hola” y “ola”.
En nuestro idioma, el español, uno de los recursos para distinguir entre dos palabras homófonas es el acento diacrítico de la palabra. Esto es importante pues a veces incluso con el contexto solemos confundirlas. Y si a eso le sumamos que casi todas estas palabras homógrafas son homófonas se hace más complicado. Esto último no sucede por ejemplo en la lengua inglesa pues aunque sí existen palabras homógrafas hay muchas de ellas que no son homófonas y viceversa.
Hay que escribir bien cada palabra
Son disímiles los ejemplos de palabras homófonas que podemos encontrar en nuestra rica lengua española y por eso es que saber diferenciarlas es importante para tener buena ortografía y mantener un vocabulario coherente. Para ello existen las reglas ortográficas que te guían y te ayudan a no cometer faltas de ortografía por no conocer el significado de algunas voces.
Las letras de más fuerza y que determinan en muchos casos las diferencias entre homófonos son la “h”, la “g”, la “j”, la “b”, la “v”, la “y” y la “ll”. Esto se produce por el gran parecido sonoro que existe entre algunas de ellas. Por ejemplo, en el caso de la “h” sucede por la presencia o ausencia de esta letra como en los vocablos “honda” que significa profunda y “onda” de ondulación.
Siguiendo con estas letras que mencionábamos anteriormente tenemos otros ejemplos, en este caso con la “g” y la “j”.
En una oración puedes encontrar “Yo agito el vaso” y en otra “Hoy cociné con un solo ajito”. La “b” y la “v” son a veces bien problemáticas para los más pequeños cuando aún aprenden a diferenciarlas, una de las palabras que más complicada les resulta es “bote” relativo a embarcación y “vote” que viene del verbo votar.
Lo más importante para identificar los homófonos es nuestro vocabulario y saber en qué contexto debemos usar una u otra palabra.
No confundas homófonas con polisémicas
Es algo bastante visto y habitual el confundir las palabras polisémicas con las homófonas. La diferencia es sutil, pero clave. Las palabras homófonas son palabras que suenan igual pero "se escriben diferente". Las polisémicas son una misma palabra que significa diversas cosas. En un caso hablamos de dos palabras y en otro de una. Pero muchas veces se da algún tipo de cortocircuido mental y las confundimos. La gramática tiene eso, es rígida pero al mismo tiempo sus fronteras son difusas... ;)