Los sustantivos propios indican, lugares, cosas o personas con un nombre propio o identificativo. Está determinando lingüísticamente el hecho de nombrar de una forma única, desde a un individuo o ejemplar de cualquier otro de su misma especie hasta a todo un grupo social.

Características de los sustantivos propios

Su característica principal es que siempre se escriben iniciando con mayúscula. Tal es el caso de España, Londres, etc. Si se trata de un individuo, el nombre o sustantivo propio sería Sebastián, Marcos, entre muchos otros.

Cuando se utiliza el nombre Rodrigo, por ejemplo, que es un nombre propio y se emplea a todos quienes llevan ese nombre, este sustantivo propio permite que lo distingamos e identifiquemos de un grupo. Es decir, si Rodrigo escucha su nombre, sabrá que se refieren a él y no a otro integrante del colectivo.

Tipos de sustantivos propios

Existen diferentes tipos de sustantivos propios, teniendo mayor impacto aquellos referentes a la nacionalidad, religión, ideología y muchos más. Todos ellos son representativos e irrepetibles, característica que los convierte en denominaciones simbólicas que adquieren funciones sentimentales y distintivas de determinados grupos sociales o individuos.

Dentro de los sustantivos propios se encuentran los antropónimos, que son los nombres y los apodos de las personas, y los topónimos, que son los nombres de los lugares. Los nombres propios no están determinados para significar algo, pero esto no es una definición rígida. En ciertas culturas y países como en Japón, China, muchos nombres tienen hermosos significados, aunque por definición, sean únicos. También se emplean alias, apodos, heterónimos y nombres de bautismo.

Actualmente se ha dado una relación curiosa con el nombre de las Empresas y sus logotipos. Estos los identifican como únicos en el mercado y la competencia, para diferenciar unas de otras, así que, entendido así, muchas veces el nombre propio hace la función de marca. Un típico ejemplo, entre muchos, lo es sin dudas la compañía Levi Strauss, identificativa de un tipo de Jeans.

Sustantivos propios y comunes: diferencias

Los sustantivos comunes (analizados en otro tutorial a fondo), a diferencia de los sustantivos propios, identifican y diferencian a un ser de otros de una misma clase. Generalmente se refiere a personas, animales y seres animados, por ejemplo pintor, marinos, pez, mesa, y otros.

En el idioma español se escriben en minúscula, incluyendo el nombre de idiomas, días de la semana y meses del año. Los sustantivos comunes pueden ser singulares o plurales, o indistintamente femeninos o masculinos, y posibilitan nombrar sin particularizar el significado de los objetos, animales o seres.

La diferencia entre los sustantivos propios y comunes, es la siguiente. Los primeros identifican a un sujeto del resto del grupo. Los sustantivos comunes, en cambio, hacen común o genérico para todo un grupo de cosas o seres, el mismo significado. Por ejemplo, cuando se dice hombre no se voltean todos los hombres. La propia palabra identifica al género, independientemente de que el nombre del sujeto sea Juan, José o Manuel. Dicho de otra manera los sustantivos comunes permiten nombrar todo lo que pertenece a una misma especie.

Cuando decimos, por ejemplo “los animales”, estamos identificando a cualquiera de ellos, por lo que los sustantivos comunes también pueden ser considerados sustantivos genéricos. Por el contrario de los sustantivos propios, que identifican a los animales por un nombre propio. Por ejemplo si se trata de un gato Miki, Motica u otro nombre propio lo diferenciaría del resto.

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