Libros cortos buenos: eso es lo que buscamos en este artículo. Repasaremos, de la mejor literatura universal moderna, qué novelas breves merece la pena leer sí o sí.
Desde clásicos como La Metamorfosis de Kafka, obra imprescindible, hasta historias verídicas y escalofriantes como la que narra Emmanuel Carrere en su obra de no ficción El Adversario. Como planteamiento de base: rigor y calidad :).
El Adversario, de Emmanuel Carrère
Emmanuel Carrère (París, 1957) es un escritor consagrado que cuenta con 5 novelas en su haber, y ciertamente “El adversario”es una de sus mejores obras. En ella se relata la historia de Jean-Claude Romand, un asesino que prefirió matar a toda su familia al descubrirse que no era médico y luego intentó suicidarse sin éxito.
Este es uno de estos casos donde la realidad supera la ficción y es poca la condena de cadena perpetua para tan horrible crimen, narrado de forma magistral por Carrère que nos transporta al horror más absoluto en impostura, ausencia y soledad. Es difícil comprender el porqué de las acciones de este asesino en sus horas vacías, mientras pretendía ir a trabajar y solo deambulaba por los bosques del Jura y en parkings de autopistas.
En resumen, “El adversario”es de esos libros cortos buenos:sobrio, límpido y exacto. Un relato que, no por desgarrador, deja de conmovernos y al mismo tiempo aterrarnos. Imposible escapar a su fascinación.
Carta a una desconocida, Stefan Zweig
De la mano del genial escritor Stefan Zweig nos llega “Carta a una desconocida”, una joya literaria que presume de un estilo literario muy particular, que une una cuidadosa construcción psicológica y una brillante técnica narrativa en uno de sus libros más románticos. En ella, un escritor famoso recibe una carta de una desconocida que le ama profundamente desde que tenía 13 años.
Con extrema sutileza Zweig nos transporta a un mundo profundamente romántico, donde explora las desigualdades en el amor y la pasión amorosa, sin dejar de asombrarnos con su narrativa. Definitivamente, uno de esos libros cortos buenos que han llegado a la literatura para quedarse en la memoria de todo aquel que lo lea.
Si ñoñerías, desglasa los pensamientos y sensaciones de sus personajes para en una obra que, pese a haber sido publicada originalmente en 1922, no pierde vigencia al estar escrita desde el sentimiento más hermoso del mundo: la búsqueda del amor.Así que si buscas uno de esos libros cortos buenos, que llegan al alma, esta es una buena elección.
La carretera, de Cormac McCarthy
“La carretera” no es otro de esos libros cortos buenosde post apocalipsis: es una verdadera obra maestra. No hay zombi: es un tema gastado, pero sin embargo sobra el frío: un frío como nunca ha visto la Humanidad, que obliga a sus personajes a avanzar de forma constante… no porque tengas un lugar a donde ir, sino que detenerse es literalmente morir.
Padre e hijo se debaten en este panorama cruel mientras avanzan por la carretera empujando un carrito de supermercado, donde cargan las cosas que han ido encontrando en su camino. Llueve ceniza, y luego comienza a nevar haciendo más difícil el avance.
La estructura de la novela es extraña, mientras los diálogos no están puntuados pero se comprende al hablante a la perfección. En párrafos cortos, el autor nos traslada a su mundo mientras los protagonistas registran las casas a su paso, y comienzas a rezar como lector que no les suceda nada malo.
Sin garantía, ambos avanzan con la esperanza de encontrar lo que buscan por la carretera: es lo que mantiene vivo al padre para defender a su hijo. La carretera es una dirección, un sentido que, aunque incierto, da sentido a sus vidas. Muy recomendable lectura si gustas de los libros cortos buenos.
La metamorfosis, de Franz Kafka
“La metamorfosis” es, quizás, la obra más conocida de Franz Kafka. Publicado originalmente en 1915 narra la historia de Gregorio Samsa, un comerciante que vive con su familia y un día amanece convertido en un enorme insecto.
Incluida en la serie Grandes libros del siglo XX, fue publicada por PenguinBooks pero tiene una gran vigencia en los tiempos que corren. Es la historia de cómo una sociedad burocrática y autoritaria oprime al individuo diferente, aislándole y excluyéndole en una maquinaria institucional que abruma y mata que ni Gregorio comprende ni es comprendido por ella. Definitivamente, dentro de los libros cortos buenos.
Sobre este antihéroe recae la responsabilidad de mantener a su familia, pero esta poco a poco rehúyen su responsabilidad y lo dejan morir. Sus padres y hermana representan el horror de ante lo diferente, hasta que le golpean y arrojan manzanas, una de ellas hiriéndolo de gravedad. Ligeramente compungidos, pero más que nada aliviados, la familia comienza una nueva vida cuando Gregorio finalmente muere.
Es una historia desgarradora, surrealista pero contada de forma magistral. Totalmente recomendable, si buscas libros cortos buenos, comienza la novela del absurdo, camino que muchos autores debemos agradecerle a Kafka.
Historias del Kronen, de José Ángel Mañas
“Historias del kronen” es la primera novela del escritor español José Ángel Mañas, que lo catapultó a la fama al llega a ser finalista del Premio Nadal en 1994. Según el autor el autor, que tenía 23 años al escribirla, la redactó en solo dos semanas y es la primera de una tetralogía que completan Mensaka, Ciudad rayada y Sonko95.
La novela ha sido considerada un éxito, calificada como bestseller y llevada al cine, enmarcándose en la llamada Generación X y definitivamente a incluir dentro de los libros cortos buenos. Narra la historia de Carlos, un joven madrileño estudiante universitario de 21 años, egocéntrico y carente de empatía que basa su vida en el alcohol, el sexo y las drogas. Uno de sus amigos muere de sobredosis luego de un proceso de aislamiento y alienación del personaje, que desemboca en el final de la novela.
Narrada en primera persona desde el punto de vista de Carlos, “Historias del kronen”se caracteriza por su ritmo demencial y fluido, sus diálogos inteligentes y los fragmentos narrados. Es una lectura que seguro no defrauda, si gustas de los libros cortos buenos.