Debo confesaros que tengo una manía: cuando me entusiasmo escribiendo aporreo las teclas sin piedad. Tal vez sea un rezago del pasado, de cuando empecé de chaval a escribir en la máquina de mi padre. Era una muy buena Smith-Corona (aún la conservo por alguna parte), pero las teclas estaban muy duras y había que escribir con ganas.
Luego, cuando me pasé al ordenador, se me quedó la forma de escribir. Por un tiempo no hubo mucho problema, durante la época de los teclados mecánicos. Pero llegaron las dichosas membranas. Por muy suaves que fuesen para teclear y muy ligeras para transportarlas, me molestaba su mecanismo único debajo de las teclas. No era muy compatible con mi forma de escribir. Vamos, que cada seis meses tenía que tirar el teclado de membrana a la basura y comprar otro.
Por suerte, hay un colectivo de usuarios que teclea con tanto entusiasmo destructivo como yo. Y quizás durante más tiempo al día: los gamers. Así que me puse a pensar y me dije que lo que era bueno para ellos, lo sería también para mí. Así me decidí por un Roccat Ryos MK Glow.
Roccat Ryos MK Glow: un teclado creado para durar
Para empezar, este teclado mecánico de de 113 teclas tiene una estética simplemente bella. Completamente negro, las teclas se iluminan en azul…con seis niveles de brillo diferentes. Y no se ilumina por debajo como muchos teclados gamers, sino que cada tecla ilumina con su propio led, para un resultado muy profesional y que te deja escribir de maravilla cuando hay poca luz.
Y no te preocupes por el café o el sudor: su acabado es a prueba de manchas.
También son individuales los mecanismos Cherry MX debajo de cada tecla, garantizados para unas impresionantes 50 millones de pulsaciones cada uno. Para que tengas una idea, eso equivales a 25 000 cuartillas de 2000 caracteres, o 100 novelas de 250 cuartillas. Más que suficiente para cualquiera que pretenda convertirse en un escritor, un redactor freelance o un periodista.
Y nada de que las teclas pierdan su denominación por el uso: tienen con cobertura UV y están grabadas con láser.
- Potente iluminación 100+ LED con seis niveles ajustables de brillo
- Easy-Shift[+] se convierte en un teclado fácil para una personalización completamente redefinible
- Antifantasmeo avanzado gracias a la función n-key rollover (30 teclas más 8 teclas de modificación)
- Pura potencia gracias a un procesador ARM Cortex de 32-bit + 2 MB de memoria flash
Hecho para jugar, bueno para escribir
Hay otra cosa en la que destaca el Roccat Ryos MK Glow. Tiene un apoya muñecas de lujo, grande y acanalado para que tus brazos reposen cómodamente mientras escribes. Además, este teclado mecánico es firme como una roca, pues reposa en 5 pies de goma que lo dejan anclado al escritorio aunque te entusiasmes sobre él.
De la velocidad de respuesta del teclado, poco hay que decir: 1ms, rápido como un relámpago. Un abrir y cerrar de ojos promedio dura 400 milisegundos, así que por muy rápido que seas tecleando Roccat Ryos MK Glow siempre te mejorará. No por gusto tiene integrado un procesador ARM Cortex de 32 bits y 2 MB de memoria flash para no perder ni un carácter de lo que escribes.
Sobre sus prestaciones como teclado resistente para juegos, no voy a profundizar mucho. Tiene tecnología Easy-Shift[+]™, Anti-Ghosting Avanzado, Roccat™ Talk®: Interacción, puedes programarle hasta 500 macros y tiene Controlador Roccat® + R.A.D. para administrar tus perfiles de juego.
Eso sí: el Roccat Ryos MK Glowno es un periférico pequeño ni ligero. Mide 50 cm de largo, 4.4 cm de alto, y 23 cm de ancho y pesa sus buenos 1533 g. Pero yo lo quiero para escribir cómodamente, y por mucho tiempo.