Si tu página web podría interesar a un público internacional, es recomendable traducirla a otros idiomas. Sin embargo, existen muchas formas de hacerlo y conviene informarse con antelación. La traducción web combina dos retos: el informático y el lingüístico.
Hay muchos procedimientos distintos y cada uno se amolda a necesidades diversas. Si eres una gran empresa, te interesa tener un dominio para cada idioma (.com, .es, .fr., .it, etc.). Si tienes un blog personal, será más cómodo integrar una versión en otro idioma en el mismo dominio.
En este artículo, dividiremos las opciones en dos. Por un lado, hacerlo tú mismo con la ayuda de programas. Por el otro, contratar a un equipo de traducción especializado. Repasaremos las ventajas e inconvenientes de cada opción.
Mejores programas para traducir una página web
Existen múltiples programas para traducir una página web. Los agruparemos en tres categorías. Algunos facilitan el trabajo desde un punto de vista informático. Otros, traducen directamente el texto para ti. Otros, los terceros, combinan ambos servicios. Aquí te damos tres ejemplos.
Deepl
Desde 2020, el traductor automático Deepl se ha puesto a la cabeza de los traductores online. Muy por encima del número dos en el escalafón, que es Google Transalate (que no es poco).
Sobre todo en la traducción de lenguas romance (Italiano, castellano, portugués, etc) pero también en la traducción al inglés, y del inglés. Con todo el poder del big data y el machine learning, han conseguido afinar este traductor hasta puntos insospechados. Te invitamos a probarlo.
Además, es completamente gratuito.
Google Translate
Probablemente no necesite presentación. La herramienta de traducción gratuita más usada te permite copiar el texto en la casilla de la izquierda y, segundos después, obtener una traducción al idioma que desees. Si suena demasiado bueno para ser cierto es porque, de hecho, lo es.
Google Translate tiene enormes ventajas: es gratuito, rápido y fácil de usar. No obstante, si buscas un mínimo de calidad, no dará la talla. Sus traducciones son poco precisas y a menudo caen en errores de manual, que ningún humano cometería.
La tentación de lo gratuito es grande, pero sugerimos evitarla. Si tu proyecto es serio, Google Translate podría arruinar su imagen. ¿No nos crees? Recuerda el ridículo que hizo el Ayuntamiento de Santander cuando tradujo así su web.
CatsCraddle4
Esta herramienta no traduce los contenidos por ti. Lo que te proporciona es una interfaz de edición para pasar tu web a varios idiomas. La traducción queda en tus manos o en las de un profesional. Con CatsCraddle 4, mantienes el diseño y el HTML originales, dos aspectos cruciales de toda web que quiera posicionarse bien.
Si tu arquitectura web está bien trabajada, quieres mantener el back-end y vas a trabajar con un traductor profesional, CatsCraddle 4 es tu herramienta.
Bablic
Bablic es una herramienta muy completa con servicios de traducción y localización web. Tiene dos grandes ventajas.
Primero, te permite elegir tres opciones: traducir manualmente tu web (como CatsCraddle 4), encargársela a un profesional de la empresa o hacer una traducción automática (al estilo de Google Translate).
En segundo lugar, puedes hacer una visualización gratuita y sin registrarte para ver cómo quedaría tu web traducida.
Traducir una página web con un equipo de especialistas
Las tres opciones que te hemos planteado permiten, en algunos casos, traducir tu propia web. Sin embargo, con ninguna de esas tres herramientas (ni con cualquier otra en Internet) obtendrás mágicamente unos resultados profesionales. No hay duros a cuatro pesetas.
Una traducción web eficaz contempla el aspecto informático y el lingüístico. Para ambos, plantea soluciones solventes. Solo un equipo de especialistas, formado por un programador y un traductor, puede ofrecer ese servicio.
En cuanto a la traducción, probablemente ya sepas que ninguna traducción automática puede compararse a la de un profesional. No importa si tu contenido es sencillo. Si lo ha traducido una máquina o un traductor no profesional, se notará.
Por otra parte, un programador debe evalua tu web para decidir la mejor estrategia. Tomar la decisión acertada es clave. Un trabajo informático deficiente perjudica la velocidad de navegación, el tráfico de tu web y hasta la estética.
Conclusiones: si tu proyecto es serio, contrata a un profesional
Como ves, hay muchas formas distintas de traducir una web. Para elegir la mejor hay que tener muy en cuenta tres factores.
Primero, el tipo de página web. No es lo mismo un blog personal basado en WordPress que una página corporativa.
Segundo, tu presupuesto. La complejidad informática puede acarrear mayor o menor gasto. La complejidad lingüística del contenido también, aunque ningún contenido es tan sencillo para prescindir de un traductor profesional.
Tercero, tus conocimientos de programación y diseño web.
En definitiva, hay dos posibilidades de éxito asegurado. Puedes aventurarte a usar plataformas como CatsCraddle4 (si tienes conocimientos web) o Bablic (si tienes algo de presupuesto). Alternativamente, puedes contratar a un equipo de traductores. El trato personalizado podrá ajustarse a tus necesidades y a tus posibilidades económicas.