Igual que existen muchos tipos de escritura, hay diferentes tipos de traducción. La traducción técnica representa un gran porcentaje del volumen de textos traducidos por profesionales. En este artículo, te explicaremos su definición, función, metodología y tarifas.
¿En qué se diferencia la traducción técnica de otros tipos de traducción, como pueden ser la periodística, la audiovisual, la literaria o la comercial? Muy sencillo: la traducción técnica maneja contenidos con un alto nivel de especialización.
La UNESCO propuso una definición: son temas técnicos los vinculados a toda rama de la ciencia y la tecnología.
Tips para una buena traducción técnica
Una primera consideración imprescindible: no basta con conocer la lengua de origen y la de destino. Para hacer una buena traducción técnica, es crucial estar familiarizado con la terminología específica de la materia.
Imaginemos que una empresa siderúrgica española quiere traducir su catálogo de productos para exportarlos a Alemania. No podrá asumir el encargo cualquier traductor castellano-alemán. Solo estará capacitado el que conozca los materiales en cuestión, que no forman parte del léxico del día a día.
Si eres traductor o te planteas serlo, probablemente ya sepas todo esto. Por eso, a continuación te damos aquí tips y consejos para realizar una buena traducción técnica.
Elige y domina al menos un programa de traducción asistida
Hoy en día, es inconcebible ser un profesional solvente de la traducción técnica si no sabes utilizar los programas de traducción asistida. Sea de pago (SDL Trados, Wordfast, MemoQ, etc.) o de código libre (OmegaT), elige uno y aprende a sacarle partido.
La calidad de tus traducciones aumentará notablemente. Además, te librarás de la parte más mecánica del trabajo, que resolverás con las memorias de traducción.
Busca glosarios o créalos tú mismo
Trabajar con glosarios es primordial. Solo así lograrás una traducción consistente, precisa y acorde con las convenciones del sector. Busca en Internet glosarios de tus áreas de especialidad. Recuerda que trabajar con fuentes autorizadas y de calidad es la clave para un buen trabajo.
La traducción técnica es una espada de doble filo. Por un lado, su terminología especializada puede plantear grandes retos. No obstante, esa nomenclatura se repite con frecuencia y tiene traducciones establecidas. Por eso, una vez hayas tomado la decisión sobre cómo traducir un término, aplicarla es bastante sencillo.
Únete a grupos y foros de traductores
Contar con la ayuda y el consejo de otros profesionales del sector es vital. Gracias a Internet, esto es más fácil y eficaz que nunca. Tanto en redes sociales como en foros especializados, hay grupos de traductores que se ayudan entre sí.
¿Conoces Proz.com, Translator’s Cafe o Trágora? Puedes resolver allí dudas de todo tipo. Tanto de trato al cliente, plazos de entrega y tarifas como de traducción.
Habla con el cliente
Cada proyecto es distinto. Aunque no puedes delegar las decisiones importantes en el cliente, es importante que haya una comunicación eficaz.
¿Sabes lo suficiente sobre el contexto y el uso final del texto que produces? Pídele esa información, aunque quizá él no sabe que la necesitas. ¿Tiene material relacionado o traducciones anteriores a las que puedas acceder? Consúltalas y pregúntale si es esa la línea que quiere seguir.
Las tarifas de traducción técnica
Las tarifas de traducción técnica suelen ser más altas que otras. La razón es sencilla. Cuanto más especializado sea un texto, menos traductores cualificados habrá para traducirlo. Por eso, no cobrará tanto el traductor de un manual de informática de nivel medio como un especialista en motores de avión.
Pero no solo es una cuestión de oferta y demanda. Un buen traductor técnico tiene que realizar un trabajo paralelo. Debe documentarse. Dada la rapidez a la que avanza la tecnología y la informática, esto no es fácil.
Además, como en cualquier otro tipo de traducción, la combinación de lenguas también determina la tarifa. Cuanto más común el par, más económico será. Traducir al inglés siempre será más barato que al húngaro, sueco o ruso.
Puedes consultar una buena base de datos internacional de tarifas en Proz.
Traducción científico-técnica
A menudo, la traducción técnica se mezcla con otro campo de trabajo: la traducción científica. Tienen mucho en común: el uso de terminología especializada, una finalidad comunicativa basada en la claridad, objetividad y concisión, etc. Sin embargo, no son exactamente lo mismo.
La traducción técnica suele estar relacionada con la industria (informática, ingenierías, etc.) y contratada por empresas. En cambio, la científica se adentra en la investigación (medicina, física, biología…). Los contenidos pueden rozarse aunque el contexto y la finalidad cambia.
Normalmente, un traductor científico-técnico tendrá una formación igual o mayor en la materia sobre la que traduce que en la propia traducción.